Los eventos de Garabandal comenzaban a ser muy conocidos por muchas personas de diferentes partes del mundo y, cuando se supo que la Virgen iba a dar un mensaje, al pueblo acudieron miles de personas ansiosas de recibir lo que la Madre nos quería anunciar. En el pueblo, el cual tenía un acceso al mismo pésimo, además de unos servicios mínimos muy pobres, se respiraba un ambiente de gran fé mezclada con una gran incredulidad.
La Virgen quiere dejar un mensaje muy claro: Convertíos hoy.
En este primer mensaje Nuestra Señora nos transmite una gran preocupación por la humanidad.
Antes de la primera aparición de la Virgen ya se había presentado a las niñas el Arcangel San Miguel con un letrero que las niñas no pudieron comprender: «Hay que XVIII MCMLXI»
El 18 de octubre de 1961 por fin supieron qué significaba aquello, se trataba del principio del mensaje que les iba a transmitir y la fecha en la que se lo transmitiría.
Aquel día la Virgen les comunicó el mensaje que debían transmitir a la humanidad: <<Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia, visitar al Santísimo; pero antes, tenemos que ser muy buenos. Y si no lo hacemos, nos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa, y si no cambiamos, nos vendrá un castigo muy grande>>
El día 28 y el 29 la Virgen les explicó qué significaba aquel mensaje, ya que las niñas en un primer momento no alcanzaron a entenderlo.
El brigado Álvarez anotó lo siguiente, en relación a dichas explicaciones:
«Las videntes estaban en éxtasis en el Cuadro, muy serias, y totalmente pendientes de lo que la Virgen debía de estar enseñándoles… A algunas se les caían lágrimos muy grandes, también a muchos de los presentes nos dominaba la emoción. Cuando terminó el éxtasis, las niñas hablaron un poco con don Valentín, y este dijo luego en medio del mayor silencio de todos los que estábamos alli: <<La Virgen está dando a las niñas un mensaje que ellas no pueden decir por ahora, ni al señor cura, ni a sus upadres, ni al señor Obispo>>»
Los eventos de Garabandal comenzaban a ser muy conocidos por muchas personas de diferentes partes del mundo y, cuando se supo que la Virgen iba a dar un mensaje, al pueblo acudieron miles de personas ansiosas de recibir lo que la Madre nos quería anunciar. En el pueblo, el cual tenía un acceso al mismo pésimo, además de unos servicios mínimos muy pobres, se respiraba un ambiente de gran fé mezclada con una gran incredulidad.
La Comisión presionó al párroco, Don Valentín Marichalar, para que no fuera él quien leyera el mensaje ni lo hiciera delante de la iglesia como lo había pedido la Virgen, sino que fueran las niñas las que lo leyeran y lo hicieran en los pinos (lugar en el que se aparecía a menudo la Virgen).
En medio de un alboroto y una marea de personas que habían acudido, subieron y leyeron el Mensaje que les había dado la Virgen.
Debido a la cantidad de gente que acudió, pocos fueron los que pudieron escuchar el mensaje en directo, sin embargo rápidamente se propagó, teniendo un efecto decepcionante en buena parte de la gente, la cual consideró que el Mensaje de la Virgen no aportaba nada rompedor, nada espectacular.
En apariciones posteriores, viendo la reacción de la gente, las cuatro videntes le insistieron a la Virgen para que hiciera un milagro, uno en el que todos creyeran; a este Milagro que Dios decidió mostrar le llamarían a posteriori «el milagrucu», o pequeño milagro.
Las videntes insistieron en numerosas ocasiones en que, la razón principal de que hubiera tantos fenómenos extraordinarios en Garabandal era, precisamente, para que la humanidad escuchara los dos Mensajes que la Virgen nos vino a traer.
La conversión del mundo era y es la razón fundamental de las intervenciones del Cielo en la tierra.
La Virgen quiere dejar un mensaje muy claro: Convertíos hoy.
En este primer mensaje Nuestra Señora nos transmite una gran preocupación por la humanidad.
Antes de la primera aparición de la Virgen ya se había presentado a las niñas el Arcangel San Miguel con un letrero que las niñas no pudieron comprender: «Hay que XVIII MCMLXI»
El 18 de octubre de 1961 por fin supieron qué significaba aquello, se trataba del principio del mensaje que les iba a transmitir y la fecha en la que se lo transmitiría.
Aquel día la Virgen les comunicó el mensaje que debían transmitir a la humanidad: <<Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia, visitar al Santísimo; pero antes, tenemos que ser muy buenos. Y si no lo hacemos, nos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa, y si no cambiamos, nos vendrá un castigo muy grande>>
El día 28 y el 29 la Virgen les explicó qué significaba aquel mensaje, ya que las niñas en un primer momento no alcanzaron a entenderlo.
El brigado Álvarez anotó lo siguiente, en relación a dichas explicaciones:
«Las videntes estaban en éxtasis en el Cuadro, muy serias, y totalmente pendientes de lo que la Virgen debía de estar enseñándoles… A algunas se les caían lágrimos muy grandes, también a muchos de los presentes nos dominaba la emoción. Cuando terminó el éxtasis, las niñas hablaron un poco con don Valentín, y este dijo luego en medio del mayor silencio de todos los que estábamos alli: <<La Virgen está dando a las niñas un mensaje que ellas no pueden decir por ahora, ni al señor cura, ni a sus upadres, ni al señor Obispo>>»
Los eventos de Garabandal comenzaban a ser muy conocidos por muchas personas de diferentes partes del mundo y, cuando se supo que la Virgen iba a dar un mensaje, al pueblo acudieron miles de personas ansiosas de recibir lo que la Madre nos quería anunciar. En el pueblo, el cual tenía un acceso al mismo pésimo, además de unos servicios mínimos muy pobres, se respiraba un ambiente de gran fé mezclada con una gran incredulidad.
La Virgen quiere dejar un mensaje muy claro: Convertíos hoy.
En este primer mensaje Nuestra Señora nos transmite una gran preocupación por la humanidad.
Antes de la primera aparición de la Virgen ya se había presentado a las niñas el Arcangel San Miguel con un letrero que las niñas no pudieron comprender: «Hay que XVIII MCMLXI»
El 18 de octubre de 1961 por fin supieron qué significaba aquello, se trataba del principio del mensaje que les iba a transmitir y la fecha en la que se lo transmitiría.
Aquel día la Virgen les comunicó el mensaje que debían transmitir a la humanidad: <<Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia, visitar al Santísimo; pero antes, tenemos que ser muy buenos. Y si no lo hacemos, nos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa, y si no cambiamos, nos vendrá un castigo muy grande>>
El día 28 y el 29 la Virgen les explicó qué significaba aquel mensaje, ya que las niñas en un primer momento no alcanzaron a entenderlo.
El brigado Álvarez anotó lo siguiente, en relación a dichas explicaciones:
«Las videntes estaban en éxtasis en el Cuadro, muy serias, y totalmente pendientes de lo que la Virgen debía de estar enseñándoles… A algunas se les caían lágrimos muy grandes, también a muchos de los presentes nos dominaba la emoción. Cuando terminó el éxtasis, las niñas hablaron un poco con don Valentín, y este dijo luego en medio del mayor silencio de todos los que estábamos alli: <<La Virgen está dando a las niñas un mensaje que ellas no pueden decir por ahora, ni al señor cura, ni a sus upadres, ni al señor Obispo>>»
Los eventos de Garabandal comenzaban a ser muy conocidos por muchas personas de diferentes partes del mundo y, cuando se supo que la Virgen iba a dar un mensaje, al pueblo acudieron miles de personas ansiosas de recibir lo que la Madre nos quería anunciar. En el pueblo, el cual tenía un acceso al mismo pésimo, además de unos servicios mínimos muy pobres, se respiraba un ambiente de gran fé mezclada con una gran incredulidad.
La Comisión presionó al párroco, Don Valentín Marichalar, para que no fuera él quien leyera el mensaje ni lo hiciera delante de la iglesia como lo había pedido la Virgen, sino que fueran las niñas las que lo leyeran y lo hicieran en los pinos (lugar en el que se aparecía a menudo la Virgen).
En medio de un alboroto y una marea de personas que habían acudido, subieron y leyeron el Mensaje que les había dado la Virgen.
Debido a la cantidad de gente que acudió, pocos fueron los que pudieron escuchar el mensaje en directo, sin embargo rápidamente se propagó, teniendo un efecto decepcionante en buena parte de la gente, la cual consideró que el Mensaje de la Virgen no aportaba nada rompedor, nada espectacular.
En apariciones posteriores, viendo la reacción de la gente, las cuatro videntes le insistieron a la Virgen para que hiciera un milagro, uno en el que todos creyeran; a este Milagro que Dios decidió mostrar le llamarían a posteriori «el milagrucu», o pequeño milagro.
Las videntes insistieron en numerosas ocasiones en que, la razón principal de que hubiera tantos fenómenos extraordinarios en Garabandal era, precisamente, para que la humanidad escuchara los dos Mensajes que la Virgen nos vino a traer.
La conversión del mundo era y es la razón fundamental de las intervenciones del Cielo en la tierra.
La Virgen quiere dejar un mensaje muy claro: Convertíos hoy.
En este primer mensaje Nuestra Señora nos transmite una gran preocupación por la humanidad.
Antes de la primera aparición de la Virgen ya se había presentado a las niñas el Arcangel San Miguel con un letrero que las niñas no pudieron comprender: «Hay que XVIII MCMLXI»
El 18 de octubre de 1961 por fin supieron qué significaba aquello, se trataba del principio del mensaje que les iba a transmitir y la fecha en la que se lo transmitiría.
Aquel día la Virgen les comunicó el mensaje que debían transmitir a la humanidad: <<Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia, visitar al Santísimo; pero antes, tenemos que ser muy buenos. Y si no lo hacemos, nos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa, y si no cambiamos, nos vendrá un castigo muy grande>>
El día 28 y el 29 la Virgen les explicó qué significaba aquel mensaje, ya que las niñas en un primer momento no alcanzaron a entenderlo.
El brigado Álvarez anotó lo siguiente, en relación a dichas explicaciones:
«Las videntes estaban en éxtasis en el Cuadro, muy serias, y totalmente pendientes de lo que la Virgen debía de estar enseñándoles… A algunas se les caían lágrimos muy grandes, también a muchos de los presentes nos dominaba la emoción. Cuando terminó el éxtasis, las niñas hablaron un poco con don Valentín, y este dijo luego en medio del mayor silencio de todos los que estábamos alli: <<La Virgen está dando a las niñas un mensaje que ellas no pueden decir por ahora, ni al señor cura, ni a sus upadres, ni al señor Obispo>>»
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